martes, 23 de marzo de 2010

La vida

Resumen de conversación via Facebook:

Carolina: - Estoy casada y tengo dos nenas de 5 y 7 años
Sil: - Qué bien! No, yo nada que ver con formar una familia todavía
Carolina: - Y qué hacés de tu vida entonces?


En ese momento me dieron ganas de pegarle con un palo de amasar en la cabeza mientras le decía "escuchame, animalito que ni siquiera pudo hacer primer año del secundario sin repetirlo, hay muchas, muuuuchas cosas para hacer aparte de criar chicos; que vos no hagas otra cosa desde que tenés 22 años no quiere decir que los que no tienen hijos vaguen por ahí rascándose el pupo y aburriéndose porque no saben 'qué hacer de su vida'". Pero sólo escribí "trabajo, estudio, canto, bailo..."
(Si permitiera que comentaristas anónimos dejaran sus mensajes, más de uno saltaría diciendo que soy una solterona envidiosa).

Y después me puse a pensar, ¿qué cosas le contamos a la gente que no hemos visto en muchos años? Hace un tiempo escribí que aparentemente si no te has casado/tenido hijos, si no te has mudado de ciudad o si no tenés un título, es como si la vida no hubiera pasado. Si no hubo grandes cambios, no hay nada que valga la pena contar.

¿Es triste que alguien no haya hecho en su vida nada lo suficientemente trascendente para ser contado, o es triste que a nadie le importe lo que tenga para contar alguien que no vivió ningún suceso relevante?

lunes, 8 de marzo de 2010

Sugerencia

Un esmalte de uñas/Un cuarto de helado/Un par de aros/Una pulserita hecha por un artesano/Un portarretratos/Un par de ojotas

¿Por qué nunca nos hacen regalos así, originales, divertidos, útiles? ¡Basta de flores! El día de la mujer es un festejo lo suficientemente pedorro como para encima tener que cargar con naturaleza muerta. Ahí tengo 6 pimpollos bordó que en un par de días irán a parar a la basura.

Háganle un favor al medio ambiente y no maten más inocentes flores, que a nadie le gustan. La que dice que le gusta recibir flores miente, con una caja de bombones sería mucho más feliz.

Por suerte, un mail de un chico lindo y su posterior beso mitigaron un poco mi odio hacia este día.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Robo

Hace un par de horas me robaron el celular.

La situación es la siguiente: me levanto de mi escritorio para ir al baño. En la oficina está la empleada de la limpieza por lo que evalúo guardar todo en los cajones y cerrar con llave. Como no me voy a demorar no hago nada de esto pero controlo donde dejo cada cosa. Cuando vuelvo, uno de mis celulares no está (obviamente, el más caro). Inmediatamente llamo pero me sale el mensaje de "fuera del área de cobertura". Le pregunto a la empleada si entró alguien a la oficina y me dice que un tipo sacó unos papeles de mi escritorio. Reviso todo nuevamente, incluso vuelvo al baño, pero sé dónde estaba el celular antes de levantarme. Doy aviso a quien corresponde y vienen a pedirme que relate los hechos. Momentos después, vuelven con una persona, que de acuerdo a la empleada de limpieza, es quien estuvo en la oficina durante mi ausencia, y que reconoce haber entrado a retirar unos papeles que yo le había dejado. La situación me pone muy tensa, porque me ponen cara a cara con el supuesto culpable. Le pido disculpas pero igual me siento mal. La empresa promete revisar a todos a la salida, tarea un tanto complicada debido a la gran cantidad de empleados y a lo fácil que es esconder un celular. El tipo que entró a la oficina y vio a la de limpieza puede habérselo llevado y culparla a ella. La de la limpieza puede haber aprovechado que entró él, llevarse el celular y culparlo, así que casi perdí las esperanzas de recuperarlo.

El celular como aparato no me preocupa porque es el corporativo y está asegurado. Lo que me inquieta son las notas y las fotos que tenía guardadas, que lejos de ser comprometedoras (las notas son nombres de canciones que escucho o ideas para escribir, y las fotos en su mayoría son de perros callejeros), son parte de mi intimidad y siento que ha sido violada. Lo que me preocupa es que entre compañeros de trabajo, y aun a riesgo de perder el empleo, tengan una actitud tan ruin. Lo que me da bronca es que sigo siendo tan idiota como para confiar en la gente.

lunes, 1 de marzo de 2010

Preferencias 2

Continuando con la temática antisocial, el viernes estaba invitada a un cumpleaños. Era el festejo de un compañero de trabajo, con quien casi nunca hablo, pero por la cercanía de edad considera que debo estar presente.

Una de las chicas, que debo decir parece que tuviera un cuete en el culo porque no se queda quieta ni callada un instante, estuvo toda la semana diciéndome que me preparara para el festejo del viernes. Mi respuesta era un "sí, sí" sin mucha convicción. Por un lado no quería dejarla sola a ella, que siempre es tan buena onda, y además era una oportunidad para hacer algo diferente un viernes a la noche. Pero por otro lado, no tenía ganas de meterme en un lugar lleno de humo, con la música a un volumen que me obliga a destrozarme las cuerdas vocales para intentar intercambiar dos palabras con gente alcoholizada con la que no tengo nada de qué hablar.

Finalmente me hice la que me quedé dormida y que se me hizo tarde para salir. A veces me odio por ser tan amarga y ermitaña, pero cada vez tengo menos ganas de hacer cosas por compromiso o porque los demás esperan que las haga.

¿Por qué no puedo ser igual a los demás?