(Esta entrada estaba programada para el 31/12, pero no sé que hizo Blogger que no la publicó)
Nunca hice balances, ni es algo que particularmente me interese, pero desde que tengo el blog me pareció una buena manera de cerrar el año y una excusa para escribir algo. Estaba redactando éste cuando leí en el post de Pau "a nadie le interesa leer ni escuchar balances". Bueno, dije, entonces no escribo nada. ¡Pero qué tanto! Si nadie lo lee no me importa, lo escribo para que quede como recuerdo en caso de que alguna vez pierda la memoria.
En síntesis, no fue un gran año. Fue mejor que el anterior, eso sí.
Salud: visité especialistas a los que nunca había ido y me hicieron estudios que nunca me habían hecho. Por suerte nada fue grave. En lo que a salud mental se refiere, empecé terapia. Y ya la abandoné.
Trabajo: echaron a mi jefe que yo quería tanto. Lloré, tuve miedo de que me echaran a mí también, me puse a buscar trabajo. En el medio, estuve una semana en Buenos Aires reemplazando a una compañera, y lo pasé muy bien. A la vuelta, fui a darle una mano al que había quedado interino acá hasta que finalmente quedó definitivo y resultó ser mejor jefe que el anterior.
Amor: #foreveralone pero después de un año y medio (sí, mi vida amorosa se cuenta en eras geológicas, más o menos) me gusta alguien (o dos) y eso para mí es mucho.
Diversión: disfruté de las vacaciones que tuve en enero y de los mini viajes que hice en abril y agosto (esos en los que voy sola y termino socializando con los demás viajeros). Conocí lugares y gente. Conocí la nieve! (poquita, pero pude tocarla). Le di un poco más de bola a la fotografía, es decir, me compré una cámara nueva y salí con gente desconocida a sacar fotos. Leí más libros que en el 2011 (aunque muchos fueron junk literature). Me divertí mucho ensayando y tocando la batería en público. Ahí también conocí gente. Hice danza (ok, me duró menos de un mes, pero es bastante para lo que venía haciendo). Vino un amigo que vive en Canadá, a quien creía que no iba a volver nunca más.
Me arrepiento de: un viaje a la costa en febrero que no hice básicamente por falta de ganas de armar la valija; no cantar en ningún coro (y envidiar a los que sí lo hicieron).
Para el 2013 espero: irme de vacaciones, cantar, seguir tocando, hacer actividad física, aprender francés, curarme la fobia al avión, hacer amigos, salir más, sacar fotos, ser más feliz.
¡Feliz año nuevo para todos!